viernes, 8 de junio de 2012


HACIA UN NUEVO EJERCICIO PERIODÍSTICO INTERCULTURAL EN EL CONTEXTO DE LAS REDES

“Cualquiera con un Iphone, cualquiera con un blog,

puede poner en marcha algo escandaloso”

Hillary Clinton, Secretaria de Estado de Estados Unidos

RESUMEN:
El desarrollo mediático nos ha conducido a nuevos escenarios y soportes del universo digital, lo que conlleva a la ausencia de barreras entre naciones y entre culturas. Nacen nuevas formas de relación e interacción social que recaen en el novedoso concepto de diversidad intercultural, por lo que el espectro comunicativo debe reflejar la investigación de los diversos procesos tanto en los medios tradicionales como en los medios alternativos (la red) a fin de que se represente a las minorías, se traten las nuevas temáticas y se realicen estrategias de participación; desarrolladas a partir de un periodismo social, humanitario y genuinamente ciudadano.

Palabras clave:
Cultura / Diversidad intercultural / Comunicación intercultural / Periodismo participativo / Ruidos interculturales / Redes sociales / Internet

I. “PINGÜINIZACIÓN DE LA VIDA COTIDIANA”
Antonio Núñez, en su libro “la estrategia del pingüino“, maneja ideas muy ilustrativas acerca del diferenciado trabajo en las redes sociales. En palabras del autor: “Nos adaptamos a la decadencia de los grandes media, desde donde hasta ahora nos dirigían con enormes altavoces –teles, radios y prensa de audiencias masivas–, controlados por una elite de machos alfa. Y tener líderes de opinión era muy cómodo: te decían qué creer, qué leer, qué peli ver... Pero ya no son los únicos que opinan. Hoy todos podemos colgar en red lo que pensamos. Es más igualitario, pero tener opinión propia exige esfuerzo. Por esonuestra toma de decisiones se está haciendo pingüina. Cuando uno se lanza al agua, todos vamos detrás sin saber por qué. A veces aciertas y otras pierdes el tiempo siguiendo a otro pingüino que se ha tirado en provecho propio.”
Me parece cautivadora la manera en que describe el trabajo en la red. El ser un pingüino (lograr que un mensaje lanzado en las redes por un individuo consiga impacto universal), y el hacer un pingüino (quien sigue a la masa sin criterio y derrocha su atención).“En la red no se transmite, se contagia. Y si se logra contagiar a todos los miembros de la red, se te hace imposible controlar la cadena de reenvíos, por lo que se dice que un mensaje se viraliza.”
Y no puedo terminar de darme cuenta acerca de lo que logra la red: consolidar microlíderes. No obstante, por ahora esta visión me parece que es desde adentro (la red), hacia afuera (las personas, las culturas). Lo siguiente será un manejo inverso.

II. TRABAJAR PARA LA INTERCULTURALIDAD

El hablar de interculturalidad es muy distinto a referirnos a diversidad cultural. Es una conceptualización que me resulta novedosa aunque ya deberíamos acostumbrarnos, pues la moda también está en diferenciar y distanciar expresiones que hace unos años parecían sinónimos debido a la cada vez mayor complejidad de los procesos y los cambios.
Consideremos a la cultura como el medio de comunicación del hombre. Desde esta perspectiva no existe ningún aspecto de la vida humana que la cultura no toque o altere. No obstante, es vital comprender lo siguiente: el que una entidad geográfica sea pluricultural, no determina que en ella prevalezca la interculturalidad. Es decir, la diversidad cultural resulta ser un diagnóstico de la variedad de culturas que existen a escala global y remite al conocimiento; mientras la diversidad intercultural es comunicación entre culturas para fortalecer el respeto a la diversidad y su coexistencia, y remite al conocimiento recíproco.
Cabe aclarar que la expresión comunicación intercultural se presta a imágenes engañosas. Lo que entra en contacto no son culturas o identidades nacionales: la comunicación implica siempre a personas que son las que vehiculan y mediatizan las relaciones entre culturas, por tanto por comunicación intercultural hay que entender en primer lugar las relaciones que se establecen entre personas o grupos pertenecientes a culturas diferentes. Estas personas que se relacionan traen consigo representaciones, valores, códigos, estilos de vida, modos de pensar propios de cada cultura.
Por lo tanto en un espacio donde se manifieste la comunicación interculturalidad encontraremos: identidad, que lo constituirán los valores; democracia, porque conlleva un sentido de igualdad; integración, sobre todo en la práctica de la solidaridad; y claro, una postura inamovible de NO discriminación.
Antes de acabar este apartado, necesito mencionar que la cultura, en el universo de acciones humanas que la conforman, puede encontrarse algunas que, podríamos decir, sobrepasan los límites culturales. Como prácticas de mutilaciones genitales en niños, y otras que están asociadas con prejuicios religiosos, y que afectan los principios éticos universales. Debemos entonces tener claro que cultura no puede relacionarse con agresiones al ser humano, y menos con uno de sus valores más arraigados a su naturaleza junto con la libertad: su dignidad.

III. INTERNET - REDES – DIGITALIZACIÓN


Siempre se manejó, desde su origen, un concepto utópico con respecto al internet: el libre acceso deriva en su característica democrática. Sin embargo, esta “actividad democrática” es posible solo para los que pueden tener acceso a internet, por lo que se suele denominar a nuestra era la “era del acceso”. Como ya hemos visto, la clave está en la comunicación intercultural, y se volvía evidente determinar que a través de internet, junto con fenómenos paralelos como la globalización y la transnacionalización, que se trataba de plasmar un proceso hegemónico a través de una ideología dominante.
El uso de internet se ha vuelto cada vez mayor, tanto así que actualmente se habla de una “digitalización de la cultura”. Desde que se empezó a expandirse y a popularizarse han cambiado las formas de comunicación y se han acelerado los flujos de información. Sobre todo ahora que se han vuelto tan populares las redes sociales, se han configurado nuevos escenarios para la interrelación de las personas, ya no existen barreras entre las culturas más lejanas, y además estos medios permiten una completa participación tanto de los autores como los receptores. Simplemente, no existen fronteras.
La red también representa una diversidad de cuestiones: la de la gran cantidad de información de la que está plagada, igualmente la publicidad que muchas veces la satura, lo efímera que vuelve a la información, la calidad de la misma, porque si bien es cierto encontramos demasiada, la gran mayoría no es información contrastada, totalmente verídica o investigada; lo que altera o deforma el accionar periodístico. Tal parece que contara con sus propios patrones periodísticos. Me consterna un poco darme cuenta que a pesar de que las personas, que hoy se encuentran más interconectadas, al mismo tiempo corren el riesgo de volverse más vulnerables.
Es indudable que en la generación de actitudes positivas o negativas hacia otras culturas –tomando en cuenta también que la red se ha convertido en canal de los movimientos sociales-,  elpapel más importante corresponde a los medios de comunicación, puesto que la mayorparte del conocimiento social y de las opiniones sobre el mundo provienen de lasinformaciones que entregan cada día los medios, los que están llenos de estereotipos,rotulaciones, clichés y códigos que confunden a los receptores de la información.
Entonces cabe tomar en cuenta los cambios en el ejercicio periodístico. Si lo ligamos a nuestra sublime misión del trabajo hacia la comunicación intercultural, encontraremos varias aristas en las que hay que trabajar.

IV. PERIODISMO PARTICIPATIVO, SOCIAL: PERIODISMO INTERCULTURAL.

Comunicar la diferencia es un proceso complejo, sobre todo porque requiere voluntad de interacción y superación de los propios prejuicios y estereotipos. Además de las variables explícitas o visibles como el color de la piel o el lenguaje es posible desvelar un abanico de indicadores que incluyen desde la comunicación no verbal hasta las nociones de espacio y tiempo entre personas pertenecientes a distintos orígenes o situaciones culturales.
Tenemos necesariamente que comprobar la calidad intercultural de una información periodística. Me parece caer en un punto esencial. Primero, tengo en cuenta lo siguiente: los medios de comunicación ya de por sí usan técnicas para poder decir MÁS cosas en el MENOR espacio posible, es fácil reconocerlo, en periódicos por la cantidad de caracteres, y en radio y televisión por lo apremiante del tiempo. Y por qué no también mencionar la gran cantidad de información que se puede manejar y que se desea publicar. En las redes sociales encontramos algo más, disparar primero constituye la mitad del acierto; es decir, se busca ser tan inmediato como surge la noticia. Todo lo expresado lo considero factores determinantes de que en los medios se usen con gran facilidad los ESTEREOTIPOS, mirándolo como su método para acaparar menos espacio, menos tiempo, incluso, es una forma muy fácil de ponerse de acuerdo con la audiencia porque, en la mayoría de los casos, los estereotipos son percepciones en gran parte compartidas. El periodismo social no permite estas prácticas porque faltaría a su característica de difusión de la igualdad y de su personalidad democrática y antidiscriminatoria.
De tal manera que debemos aprender a detectar los “ruidos interculturales”, que surgen cuando no se percibe a “el otro” como es con su propia identidad cultural y se intenta imponerle ideas, creencias, valores, actitudes, pautas de comportamiento, lengua,etc. Debemos, ya no como simples consumidores sino como ciudadanos críticos y defensores de la interculturalidad analizar el discurso periodístico para encontrar en la construcción de las noticias hacia “el otro” los brotesde etiquetas, temáticas, estereotipos,asociaciones negativas en la medida que no coinciden con el patrón cultural dominante,tornándose en “ruidos”, lo que implica desigualdad, desequilibrio, incomprensión y,finalmente, la anulación de “el otro” si, sobre todo, éste está supeditado a fenómenosmigratorios tanto internos como externos. Rechazarlos, y de distintas maneras provocar cambios a partir de nuestra participación en prácticas sociales integradoras.
En este sentido social, la agenda cotidiana de los medios es distinta a la ciudadana,aunque por momentos se den encuentros. Si bien los medios podrían ingresar fácilmente almundo de las expectativas ciudadanas de cambio social, no es así, pues han optado por elentretenimiento fácil de ‘lo que le gusta a la gente’ sin conocer a sus audiencias más afondo, no midiendo ni valorando sus aspiraciones por lo nuevo y lo útil.
¿He superado realmente mis prejuicios personales respecto a las personas de las cuales informo?, ¿es necesario que indique o no el grupo étnico al que pertenecen?, ¿tengo razones válidas para mencionar a los representantes de las minorías? Son algunas de las preguntas que los periodistas deberían empezar a hacerse con el fin de colaborar en la estructuración de una sociedad más inclusiva. De eso se trata el periodismo intercultural, coexistencia y diálogo a flor de piel.

SÍNTESIS CONCLUSIVA:

La expansión tan rápida y descomunal de la web ha construido nuevos escenarios de interrelación entre personas, naciones, culturas… a las cuales se necesita adecuar el periodismo de hoy, pues la red tiene características propias muy marcadas y que renuevan el flujo de información.
Por lo tanto se hace necesario entender lo que significa la comunicación intercultural, lo que conlleva, qué procedimientos utilizar para promoverla y como adecuar los medios tanto tradicionales como alternativos y las redes sociales, para que también sean partícipes del espectro de comunicación social como finalidad.

El periodismo intercultural propone la coexistencia de todos los grupos minoritarios (migrantes, homosexuales, pobres, etc.), los grupos étnicos (raciales, religiosos, etnográficos, etc.), y las formas de expresión siempre que respeten la dignidad humana.

REFERENCIAS
Browne Sartori, Rodrigo y Alex Inzunza Moraga, Comunicación Para La Diferencia: Periodismo Intercultural Y Acd Para Un Cambio Social, 2010.
Israel Garzón, E. “Comunicación intercultural para la formación de periodistas”, México: Editorial Trillas, 2002.
Nuñez, Antonio, “La Estrategia Del Pingüino”, Editorial Conecta, Barcelona, 2011.

ENLACES: 

VIDEOS:
Un racismo legal - Del silencio mediático a la manipulación periodística


Redes sociales y Periodismo Participativo


El Viaje Como Diálogo Intercultural 



AUDIO:

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LIBRE COMPLEJIDAD Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

“Una nación que tiene miedo de permitir a sus ciudadanos de juzgar lo que es verdadero

o lo que es falso en un mercado abierto es una que tiene miedo de sus ciudadanos”

John F. Kennedy, trigésimo quinto presidente de los EE.UU.

RESUMEN:
Rasgos característicos de nuestro tiempo es la instauración de ideologías como el neoliberalismo, el libre mercado, TLC’s, y claro, la libertad de expresión. Sin embargo, este tipo de políticas, sumadas al enorme crecimiento del poder mediático y a una creciente debilidad de los Estados por  la fragmentación política, configuran amenazas para la democracia. Ahora se ven cuestiones alarmantes con respecto a la capacidad de las sociedades para articularse, de que la concentración de poderes plagados de intereses y corrupción afecta la comunicación y la participación, y de que las autoridades muy poco comprenden la complejidad del accionar mediático. Para contrarrestarlas, se debe permitir legitimar a los medios como objetos primordiales de vigilancia y fiscalización ciudadanas y al hacerlo también permitirse mirar el poder en conjunto. Motivar mayor movilización ciudadana y ejercer la lucha por verdaderos “derechos comunicativos”.

PALABRAS CLAVE:
Liberalismo / neoliberalismo / mercado libre / libertad de expresión / Inclusión / red / comunicación / participación ciudadana

I. UN CONTEXTO CONFLICTIVO
Nuestra era está marcada por un paradigma liberal. La política neoliberalista, la economía del mercado libre, los TLC’s, etc. También tiene su espacio la libertad de expresión, y aquí es donde podemos enfocar el análisis para entender dónde queda la información en estos parámetros que, a pesar de enmarcar una relación de globalización, da la impresión de mantener a las personas más alejadas de su propio contexto.
La libertad de expresión, desde el paradigma liberal, es enfocada desde sus ordenamientos jurídicos, en función de la legalidad vigente, perdiéndose de vista la estructura económica y las relaciones de saber-poder donde están inscriptos aquellos cuerpos legales. La libertad de expresión, quiero decir, es analizada más allá de las desigualdades sociales que son, también, desigualdades culturales.
Para el liberalismo, la libertad de expresión es un derecho fundamental, postulado como una figura que no necesita de mayores rodeos jurídicos, basta con su reconocimiento expreso en la constitución nacional. Cualquier regulación que se apueste sobre la misma será percibida como una restricción a la libertad individual, es decir, como un avasallamiento del Estado.
De manera que debo extender el análisis a procesos mediáticos modernos, como por ejemplo, la concentración de los medios, del poder mediático. Se debe ser claro, se ha constituido una relación de entidades privadas con el mundo también privado de la gente, desde el hogar. Entonces se ha vuelto algo deprimente que el crecimiento del poder mediático no sea significado de desarrollo ciudadano. La corrupción la invade, y los medios requieren comportamientos de transparencia que aun hasta hoy no demuestran. Y encima, como lo decía antes, el Estado simplemente no puede actuar, porque si lo hace la percepción de restricción de los derechos humanos sale a relucir y se convierte en una intención vacía. Además, esta debilidad también tiene que ver a que la clase política no tiene una aceptación popular bien marcada, y por otro lado, los bastiones a los que denominamos partidos políticos muchas veces están tan fraccionados que se pierde seriedad y descubren intereses que no ayudan a su convergencia con la gente.
Por otro lado, y como si fuera poco, desde la matriz liberal tiende a circunscribirse la libertad de expresión a los medios de comunicación existentes, es decir, al acceso -efímero y transitorio- a un espacio ajeno y comercialmente regulado. De allí que la libertad de prensa sea otra forma de nombrar a la libertad de empresa, de comercializar las ideas. Con todo, la información se vuelve una mercancía producida por las “industrias culturales” en la “sociedad del espectáculo”.
Los patrones de la actividad actual con respecto a estos temas están muy marcados, y dentro de la estructura o escala de valores que le dan sentido a la vida cotidiana de tales sectores podemos destacar, entre otros, los siguientes indicadores:
~        -El egoísmo posesivo, en nombre de la propiedad privada
~        -El afán de lucro o la avaricia en nombre de la libertad de empresa
~        -El tener y consumismo efímero, fundado en necesidades artificiales
~        -El facilismo y la vida cómoda a partir status privilegiado
~        -La jerarquía y el monopolio del saber, basado en el elitismo.
~        -La patología comunicacional y las distorsiones informativas, confundidas con la libertad de expresión.

II. ¿LÍMITES DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?

Como pudimos ver, la finalidad del paradigma liberal, consiste en reinventar a la libertad de expresión desde el mercado, es decir, se pretende equiparar a la información a cualquier mercancía que se compra y se vende libremente en cualquier mercado. El mercado periodístico actúa como un sistema de libre regulación (sin necesidad de la injerencia del Estado), un mecanismo de asignación de la palabra en función de los emprendimientos individuales. Es parte del supuesto que los ciudadanos tienen la misma posibilidad de expresarse libremente y que esa expresión necesita tan sólo del esfuerzo individual y del discernimiento para poder hacerlo. Se pierde de vista el contexto desigual de los actores pero también las oportunidades ventajosas que tienen otros actores para dar forma al debate público cuando son sustraídos los otros actores que están en desventaja respecto de los otros.
Tampoco es que el Estado puede hacer lo que quiera con los actores periodísticos. Lo que se vive en Ecuador es un ejemplo que tiene muchos matices por tocar. Pero siendo claros, aquí el Estado saco a relucir esa característica de “agente regulador”, enviando a la cárcel a cuanto periodista estaba en su contra y “difamaba” un supuesto “Estado de Derecho”. Tal vez algunos de sus discursos tenían fundamento. Y podemos revisar casos en que los periodistas suelen venderse para hacer daño y generar prejuicios, como aquellos negociados con oportunismo preelectoral al que estamos acostumbrados en nuestro país. Pero eso tampoco puede ser una excusa para limpiarse de la crítica. Que es otro aspecto a tratar, pues en una sociedad “libre” la discusión debe tener significado positivo, participación positiva y resultados positivos. Esto me lleva a pensar en las movilizaciones sociales que se impulsan a través de los medios. Si necesitamos replantear la labor de los medios entonces muchas veces estas movilizaciones caen en juicios muy contradictorios, aunque puede decirse también que esta falta de diálogo y de regulación imparcial conlleva a que ciertos sectores busquen su “autogobierno”.
Vemos que la libertad de expresión es una arme de doble filo. La cuestión es saber manejarla y entender que con ella podemos ser activistas del cambio social o de un modelo de dominación casi “invisible”. No podemos excusarnos en ella para ofrecer libertades que solo son cuestiones de intereses económicos, y tampoco para producir una afasia en la ciudadanía.

III. NUEVA RACIONALIDAD COMUNICATIVA

Los objetivos estratégicos que apuntan al cambio estructural, necesitan establecer mediaciones pedagógicas, comunicacionales y organizativas. Es decir, se requiere cambiar de mentalidad, construir nuevos valores, elevar el nivel de consciencia, construir estrategias comunicativas integrales y formas de organización y participación no burocratizadas.
Todo ello implica, entre otras cosas, desarrollar una pedagogía o didáctica política y una “comunicación libre de coerción”:
- Libertad real de opinión, libre circulación de las ideas, libre acceso a los medios.
- Construcción de visiones compartidas o consensos activos sobre la base de diálogo de saberes, debates y discusiones libres de compulsión psicológicas (descalificaciones, maledicencia y corrillos).
- Desarrollo de actitudes comunicacionales: saber oír y respetar la palabra del otro.
- Ética comunicativa, haciendo transparente las diferencias, no apabullar con el discurso.
Estas premisas forman parte de los elementos constitutivo de la CULTURA DEL DEBATE, rasgos básicos de una NUEVA CULTURA POLÍTICA, en donde se reivindica un clima propicio para profundizar la discusión: donde los contenidos vertidos en la discusión se asumen como veraces, son inteligibles para los participantes; existan criterios y normas que garantizan tomar en cuenta la palabra del otro, reivindicando la diversidad y la divergencia; y a fuerza de los argumentos, la consistencia y congruencia de las proposiciones deben ser criterios a tomar en cuenta en las decisiones.
Otros iniciativas comunicativas importantes la representan los programas universitarios, los equipos profesionales y los diversos observatorios y veedurías que demuestran actitudes de libertad y de regulación: como monitoreos y vigilancia de medios, las consultas ciudadanas, eventos públicos de discusión, capacitación y talleres educativos, su aparición en los medios, su participación desde internet, y su coordinación con otras instituciones similares. Así también no podemos olvidar que necesitan capacitarse en temas legales, si es que se quiere incurrir en un objetivo generalmente mal visto pero que por lo expuesto aquí suena necesario: una ley adecuada para los medios de comunicación.
La intervención “imperialista” en países como el nuestro, pasa por el desarrollo de una agenda, que es reciclada permanentemente en los medios llevando al desencanto e intentando deslegitimar el proceso de cambio. Ante el desarrollo de dicha agenda debe existir una respuesta global de parte del movimiento ciudadano (tanto de la esfera del gobierno como del movimiento popular)al que reitero debe tener un sentido integrador, para no tener un comportamiento solamente reactivo. Es indispensable responder puntualmente algunos ataques, pero debe existir una estrategia preventiva que impida que se imponga como matriz de opinión lo que le interesa al imperio.
Y no sólo pensar en la consolidación de este tipo de rasgos comunicativos en cada país. Sino también pensar en una tendencia latinoamericana o mundial respecto a los mismos y que tenga impacto en la clase política y el Estado. Por lo visto, la dinámica mundial ha cambiado, y por lo tanto debemos preocuparnos como medios y como ciudadanos en lograr conquistas democráticas y sociales para la integración mundial, una representatividad autentica y no solo circunscrita en una “libertad de expresión”, la cual debe ser de algún modo regulada. Podríamos acaso tener un gran aliado en la red, que a pesar de sus desventajas son motores del cambio, y más que eso, del intercambio. La palabrita comunicación debe elaborar imágenes éticas en las mentes de las personas y por lo menos, algunos senderos ya se empiezan a transitar.

SÍNTESIS CONCLUSIVA

Las sociedades que nos tocan son complejas. Esa complejidad tiene múltiples razones. Algunas de esas razones apuntan directamente al sistema capitalista y sumodelo neoliberal que han terminado polarizando, segregando y compartimentado a lasociedad. Otras tienen que ver con el descompromiso y desmantelamiento del Estado (ajuste, achicamiento, desregulaciones), pero también con el déficit de representación (crisis de los partidos tradicionales para agregar los intereses de los distintos sectores y grupos de la sociedad), o con la incapacidad del sistema político para canalizar las distintas voces de la sociedad.
Y en este marco, lo que denominamos libertad de expresión se vuelve un asunto por demás complejo. El regular o no se debe a muchos factores y al contexto en general. De tal manera que para sobrepasar las vallas ideológicas y prejuiciosas con respecto a las acciones comunicativas es necesario diseñar cuerpos institucionales que se adhieran a una búsqueda común de la nueva inclusión de la ciudadanía en cuestiones sociales, diversificando su actuar en medios tradicionales y alternativos, y recurriendo a monitoreos intensos alrededor de los mismos. Concretamente, en ese vecindario que es hoy la sociedad internacional podemos contribuir a la mencionada inclusión sea como receptores activos de los medios de comunicación o bien formando parte de las numerosas grupos de discusión o simplemente favoreciendo, día a día, encuentros interculturales a través de la red.

REFERENCIAS:
Fiss, Owen M.; Libertad de expresión y estructura social. Distribuciones Fontamara, México, 1997.
Fiss, Owen M; La ironía de la libertad de expresión. Gedisa Editorial, Barcelona, 1999.

ENLACES:

VIDEOS:

Limites de la libertad de expresión


Límites de la Libertda de expresión 2

AUDIO:

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