Radio educativa
Los cambios que experimentamos dentro de un mundo que nos deslumbra
con sus avances, que juega con nosotros al no buscar los limites de los fenómenos
que lo acompañan, es indudable e inequívoca la apreciación de que aspectos como
la radiodifusión deben ser replanteados. La prontitud tiene un papel
fundamental, pues la radio corre el riesgo de quedarse y ser solamente una
pequeña parte de la historia que recordaremos con agrado en tiempos venideros.
La radio con sentido educativo, tal vez fue la primera versión
que se vio de ella. La alfabetización de muchos campesinos, y la difusión de
los conocimientos en esas realidades fueron de los primeros papeles en
desempeñar por las radios. Pero ahora, es necesario conseguir en las audiencias
de las radios educativas, un interés renovado, ya no solo estimado en lo que
puede ser la difusión de información, o la definición de cambios de conducta, o
la intención de que los individuos reflexionen, incluso, que actúen sobre el
objeto de la reflexión.
Es entonces que las alternativas que se sugieren como
estrategias para conseguirlo se resumen en las siguientes a) emisiones
abiertas: aplicando las técnicas publicitarias a la educación, la participación
del público, referidas a aquellos programas controlados por la comunidad y
caracterizados por una dimensión participativa; y el concurso educativo, para
estimular la atención de la audiencia y la permanencia del interés por el
aprendizaje. B) grupos de audición regular, que básicamente considera la participación
del público para la resolución de los problemas, combinando mensajes radiofónicos
emitidos dentro de una programación regular generalmente con el soporte de algún
material impreso y la organización de un grupo de personas que escuchan juntas
las emisiones, las discuten a continuación y las comparten parte de la
experiencia común de aprendizaje. C) campañas, que deben ser breves en sus periodos
de realización, centrarse en un tema en especifico y con pocos objetivos, pero
muy específicos.
Ahora si podemos considerar las perspectivas que tiene la
radio con fines educativos: que ante las nuevas tecnologías siempre se ha
quedado como una opción, que ha servido y sirve de apoyo a las tareas
formativas de la sociedad. Además, de alguna manera hay que aliarse con el
enemigo, es por eso que con el cambio tecnológico también podemos empezar a
pintarnos un futuro con la radio digital para el impulso de la radio educativa,
una perspectiva fascinante. Y el uso en forma complementaria de otros medios, además
de adecuarse a una innovación permanente. Además claro de sentirse uno con el
proceso cultural que se experimenta, es decir, con la homogenización cultural.
El punto máximo, el objetivo más resaltante para que la
radio cumpla con eficacia la supervivencia tan añorada, es el impulso de la
creatividad, forzando valores éticos, generando retroalimentación social. Apoyando
la educación a distancia, incentivando la libertad de expresión, etc. Y la misión
a cumplir es la de aprovechar sus propios recursos expresivos, es decir,
creando.