RE”FORMATEANDO” LA
RADIOFONÍA
“La creatividad es la palabra mágica para el éxito en la radio”
BURTON, Bill (2005)
RESUMEN
Siempre ha sido discutible el
verdadero concepto de programa, formato y género radial. Las diversas
aproximaciones han derivado en concluir que el género es la forma mas
especifica de organizar los contenidos, contenidos dentro de los programas, los
cuales se encuentran dentro de lo que llamamos formatos, las formas mas
generales. Esto sirve para entender el complejo trabajo radiofónico. No obstante,
la radio, en cuestión de formatos, parece caer en un estancamiento creativo,
pues hace mucho tiempo que no se ven cambios novedosos en la forma de tratar y
difundir los mensajes. Esto, en contradicción con lo que significa radio, cercanía,
compañía, imaginación, sueños. El trabajo apunta a que los radialistas trabajen
con la magia innata de la radio para encontrar nuevos formatos con los que se
pueda captar de formas distintas a la audiencia. Hay nuevas oportunidades para
lograrlo, como el ingreso de las nuevas tecnologías y la radio digital.
PALABRAS CLAVE
Género radiofónico/ Formato radiofónico/
Creatividad/ Imaginación/
I.- DILEMA DEL GÉNERO Y FORMATO
RADIAL
¿No es lo mismo formato, programa
y género radiofónico? Es la pregunta que se hacen muchos profesionales de la
comunicación. A pesar de la variedad de posiciones, se han ofrecido acercamientos
a la distinción entre estos conceptos, desde la experiencia práctica.
Por ejemplo, José Ignacio López
Vigil apela a la etimología de las palabras. Reconoce que género tiene una raíz
griega que significa generación, origen, que deberíamos considerarla como las
primeras distribuciones del material radiofónico, las características generales
de un programa. Por otro lado, formato viene del vocablo latino forma, y debería
considerársele como las figuras, los contornos, las estructuras en las que se
vierten los contenidos. Los
géneros, entonces, son
los modelos abstractos. Los formatos,
los moldes concretos de
realización.
La dificultad en comprender la
diferencia entre género y formato parece estar en definir la relación entre uno
y otro término, y en particular, en establecer si uno contiene al otro. Al
respecto, Anwar Al-Ghassani nos habla de géneros como formas básicas, históricamente
surgidas, relativamente estables, continuamente en desarrollo para la
producción de mensajes en los medios de la comunicación masiva. De igual
manera, estas formas sirven para “anticipar” las expectativas del público, como
afirma García Jiménez.
Con base en las reflexiones
anteriores, se puede definir el género radiofónico como una forma específica,
convencional y con sentido propio que organiza los contenidos de un mensaje
radiofónico, definida por uno o más objetivos de comunicación (formar,
informar, entretener) y por las características de la audiencia. El género permite alcanzar con mayor
eficiencia los efectos deseados, al facilitar la comprensión de los
contenidos.
Eso si, tal vez esto vaya en
contra de las primeras definiciones de las personas pioneras de la radio. En
resumen, la programación radiofónica se planifica y organiza en los siguientes
niveles, de menor a mayor:
•géneros (formas específicas para
organizar los contenidos),
•programas (formas
o estructuras intermedias,
constituidas por uno
o más géneros), y
•formatos (formas generales para
organizar el conjunto de programas y géneros de una emisora).
Lo que vuelve más complicado el
asunto es tratar de clasificar los géneros radiofónicos. A pesar de
aproximaciones como la de Kaplún o Walter O. Alves; lo cierto es que aquí convergen
algunas variables a tener en cuenta: un primer nivel que se base en la
complejidad de la estructura: (géneros menores y mayores) y otro nivel que se
base en la intención (géneros informativos, interpretativos, de opinión, de
discusión, educativos, persuasivos, de entretenimiento), además de que se
evidencie el principio de hibridación.
La hibridación hace referencia en
que los géneros no pueden ser químicamente puros y advierte que hay géneros
híbridos: en un mismo programa o mensaje radiofónico pueden converger dos o más
funciones de la comunicación. Un género
informativo puede educar al mismo tiempo, y la educación radiofónica también
puede entretener, por ejemplo.
Por ultimo, los géneros deben
tomar en cuenta las características de la audiencia, y con mucha mayor razón
los formatos deben hacerlo. La forma en
que una emisora es programada es la razón más importante por la que los oyentes
sintonizan una estación o no lo hacen.
Así, establecer el formato de programación es indispensable para definir
la imagen de una emisora y la formación de su audiencia. De esta manera,
podemos encontrar emisoras con formatos de programación oficiales (manejadas
por el Estado), culturales (manejadas por iglesias, universidades y
organizaciones no gubernamentales) y comerciales (con fines de lucro y de tendencia
general a la programación musical).
II.- LA CREATIVIDAD FORJADORA DE
NUEVOS “FORMATOS”
Luego de haber intentado superar
esa barrera de la diferenciación de términos implícitos en la producción radiofónica,
llego a mi idea central: la cuestión de poder distinguir entre formatos y géneros
radiofónicos no me parece que sea lo que más debe preocupar o perseguir el
comunicador de radio. Finalmente, el uso o ausencia de guion no determina el género.
En una perspectiva más general, de lo que se trata es de la manera en como el
radialista presenta una información, la que termina siendo catalogada como de
un género o de otro.
Coincido completamente con lo que
apunta Michael C. Keith, quien asegura que cuando algo nuevo capta la
imaginación del público, la radio responde y con frecuencia un nuevo formato
aparece. Por lo tanto, la creatividad es un elemento indispensable que las
productoras y los productores de radio deben tomar en cuenta para atender las
necesidades del público de manera más eficiente.
Un caso muy ilustrativo es el de
Edward Murrow, quien allá por los años 30, logro innovar la experiencia
periodística radiofónica “sacándola del estudio”. Siendo corresponsal de la CBS
en Londres, durante la Segunda Guerra Mundial, Murrow se encargó de cambiar de
manera radical el modo de hacer las noticias para radio basándose en la
polivalencia del reportero que a partir de ese momento va a asumir varias funciones.
Consigue organizar, junto con otros colegas, por primera vez en la historia de la radio un roundup de treinta minutos (nuevo género de información radiofónica que consistía
en un programa de sucesivas conexiones desde distintos puntos geográficos); sus relatos se alejan de
los parámetros de la letra impresa, usando frases sencillas, alejadas de toda
afectación, que contenían un
vocabulario comprensible para todo el mundo y que dejaban atrás
construcciones retorcidas y difíciles de
seguir. Las crónicas de Murrow son periodismo en primera persona y en tiempo
presente, que hacen hincapié en el detalle y en la identificación. Sabía que
las palabras de la radio deben ayudar al oyente a crear imágenes en su cerebro,
que la radio debía ayudar a imaginar. Por lo cual también daba una gran
importancia a captar sonidos de la realidad para acompañar y darle un mayor
valor a su trabajo. En fin, toda un revolución en la forma de tratar la información
que ha llevado a considerarlo el verdadero creador del periodismo radial.
A lo que deseo llegar es al asunto de los
distintos tratamientos y formas de difusión que de los mensajes por radio se
hacen. Que lo que deben perseguir los radialistas es más bien encontrar formas
novedosas de hacerlo. La creatividad y la imaginación son cuestiones implícitas
en su máxima extensión en el medio radial, debido a sus características como la
de usar solo sonidos, y que con los sonidos construir sentidos que pueda
finalmente contribuir a que las personas adquieran competencias de diversa índole.
Ema Rodero Antón, es muy clara
con respecto a este tema: “La radio actual ha olvidado no sólo los contenidos, sino
especialmente las fórmulas más creativas de presentación, en favor de una
información de actualidad presentada de la forma más sencilla y, si puede ser,
siempre en directo, es decir, de la manera más económica y fácil posible. Por
eso, hace tiempo que los investigadores del medio venimos denunciando la crisis
creativa por la que atraviesa, una crisis que se manifiesta en la inmovilidad
de contenido y forma sonora”.
Quizá sea algo dura con su apreciación,
pero lo que si es cierto es que en las emisoras locales y nacionales (al menos
las que puedo escuchar), los formatos son los mismos y eso me suena a un
estancamiento de la creatividad en la radio. De los cuatro elementos radiofónicos,
parece que en la gran mayoría solo existieran la música y la palabra. Tal ves,
como dice Gonzalo Estefanía, la radio no esta del todo inventada, se pueden
hacer variantes y se puede sorprender. Incluso puedo agregar aquí que existe
una gran oportunidad para trabajar este problema, con el desarrollo de las
nuevas tecnologías y de la radio digital.
Además, debo agregar que esto
tiene un punto que no sé si deriva de la falta de creatividad actual en la aplicación
de formatos. Pero que sin duda es uno de los factores. Me refiero a lo poco que
escuchan radio las niñas y niños y adolescentes en general. Reitero lo dicho,
tal ves existan más razones para explicar este problema, pero lo que sí creo es
que uno debe ser al que hago referencia.
Y no se trata sólo de crear un
espacio radiofónico distinto en cuanto al contenido, sino de que posea alguna
característica que lo convierta en único. Esto significa que la creatividad nace
de una original combinación de los elementos a la hora de crear el producto. No
se encuentra en la naturaleza de los propios componentes, sino en su
excepcional disposición. De esta manera, los recursos radiofónicos se recombinan
en nuevas formas que la audiencia reconoce porque se elaboran con elementos
familiares, pero que crean un impacto afectivo a través de ese proceso
innovador.
En definitiva, la radio actual se
caracteriza por sustentarse en la dimensión informativa planteada con una
extrema pobreza expresiva y una limitada capacidad de comunicación, en
detrimento de la dimensión creativa del medio. Por eso, si existe una crisis,
el objetivo para abandonarla debe basarse en recuperar la magia de la radio. En
primer lugar, porque la dimensión creativa es la que se encuentra en la propia
esencia radiofónica. Pero especialmente también porque la emisión de contenidos
creativos, que estimulen la imaginación, siempre ha funcionado muy bien con la
audiencia. Y, de hecho, se comprueba que cuando un programa radiofónico
potencia sus posibilidades expresivas, recibe automáticamente el respaldo de
los oyentes. La labor que hacen las radios comunitarias es algo muy valorable,
pero necesitamos que se hagan extensibles. En definitiva, si entendemos la
radio no sólo como medio de información, sino como medio de comunicación (lo
cual conlleva en su esencia la dimensión creativa), debemos aplicar para todos
los contenidos las mismas consideraciones estéticas.
CONCLUSIONES
El complejo trabajo radiofónico se
puede explicar a través de los diversos formatos, géneros y programas que se
realizan. Aunque resulta difícil diferenciarlos, caemos en cuenta de que las
formas más específicas la conforman los géneros y las formas generales las
constituyen los formatos, mientras los programas son estructuras intermedias.
El trabajo actual del radialista
parece caer en un raro estancamiento con respecto a estas definiciones radiofónicas.
A pesar de que han pasado los años, en muchas radios se siguen usando los
mismos formatos de una manera tal que se ha trastocado las características propias
del medio, atentando contra la creatividad y la imaginación.
Así enmarcamos un nuevo reto en
la labor radial, el de lograr usar la magia del medio para poder difundir los
mensajes de formas novedosas. Innovar, como en su tiempo lo hizo Edward Murrow,
creando nuevos formatos y originales maneras de expresión. La oportunidad que
se vislumbra con la entrada de las nuevas tecnología y la radio digital no
deben pasar desapercibidas.
REFERENCIAS:
AURA, Alejandro, Palabras vivas, palabras muertas: la radio
creativa, I Congreso Internacional
de la Lengua Española, Zacatecas, 1997.
CEBRIÁN HERREROS, Mariano, Innovación
radiofónica.: La creatividad en el contexto de la radio actual, Telos, Madrid, 2004.
RODERO, Emma, Radio digital al
servicio de la creatividad, Actas del Congreso sobre El futuro de la
comunicación en el ámbito iberoamericano, Sevilla, España, 2004.
ENLACES
VIDEOS:
Género radial
El nuevo periodismo radial y los futuros comunicadores | USMP
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