sábado, 29 de septiembre de 2012


RE”FORMATEANDO” LA RADIOFONÍA


“La creatividad es la palabra mágica para el éxito en la radio”
 BURTON, Bill (2005)


RESUMEN
Siempre ha sido discutible el verdadero concepto de programa, formato y género radial. Las diversas aproximaciones han derivado en concluir que el género es la forma mas especifica de organizar los contenidos, contenidos dentro de los programas, los cuales se encuentran dentro de lo que llamamos formatos, las formas mas generales. Esto sirve para entender el complejo trabajo radiofónico. No obstante, la radio, en cuestión de formatos, parece caer en un estancamiento creativo, pues hace mucho tiempo que no se ven cambios novedosos en la forma de tratar y difundir los mensajes. Esto, en contradicción con lo que significa radio, cercanía, compañía, imaginación, sueños. El trabajo apunta a que los radialistas trabajen con la magia innata de la radio para encontrar nuevos formatos con los que se pueda captar de formas distintas a la audiencia. Hay nuevas oportunidades para lograrlo, como el ingreso de las nuevas tecnologías y la radio digital.

PALABRAS CLAVE
Género radiofónico/ Formato radiofónico/ Creatividad/ Imaginación/

I.- DILEMA DEL GÉNERO Y FORMATO RADIAL
¿No es lo mismo formato, programa y género radiofónico? Es la pregunta que se hacen muchos profesionales de la comunicación. A pesar de la variedad de posiciones, se han ofrecido acercamientos a la distinción entre estos conceptos, desde la experiencia práctica.
Por ejemplo, José Ignacio López Vigil apela a la etimología de las palabras. Reconoce que género tiene una raíz griega que significa generación, origen, que deberíamos considerarla como las primeras distribuciones del material radiofónico, las características generales de un programa. Por otro lado, formato viene del vocablo latino forma, y debería considerársele como las figuras, los contornos, las estructuras en las que se vierten los contenidos.  Los géneros,  entonces,  son  los  modelos  abstractos. Los  formatos,  los  moldes concretos de realización. 
La dificultad en comprender la diferencia entre género y formato parece estar en definir la relación entre uno y otro término, y en particular, en establecer si uno contiene al otro. Al respecto, Anwar Al-Ghassani nos habla de géneros como formas básicas, históricamente surgidas, relativamente estables, continuamente en desarrollo para la producción de mensajes en los medios de la comunicación masiva. De igual manera, estas formas sirven para “anticipar” las expectativas del público, como afirma García Jiménez.
Con base en las reflexiones anteriores, se puede definir el género radiofónico como una forma específica, convencional y con sentido propio que organiza los contenidos de un mensaje radiofónico, definida por uno o más objetivos de comunicación (formar, informar, entretener) y por las características de la audiencia.  El género permite alcanzar con mayor eficiencia los efectos deseados, al facilitar la comprensión de los contenidos. 
Eso si, tal vez esto vaya en contra de las primeras definiciones de las personas pioneras de la radio. En resumen, la programación radiofónica se planifica y organiza en los siguientes niveles, de menor a mayor:
•géneros (formas específicas para organizar los contenidos),
•programas  (formas  o  estructuras  intermedias,  constituidas  por  uno  o  más géneros), y
•formatos (formas generales para organizar el conjunto de programas y géneros de una emisora).
Lo que vuelve más complicado el asunto es tratar de clasificar los géneros radiofónicos. A pesar de aproximaciones como la de Kaplún o Walter O. Alves; lo cierto es que aquí convergen algunas variables a tener en cuenta: un primer nivel que se base en la complejidad de la estructura: (géneros menores y mayores) y otro nivel que se base en la intención (géneros informativos, interpretativos, de opinión, de discusión, educativos, persuasivos, de entretenimiento), además de que se evidencie el principio de hibridación.
La hibridación hace referencia en que los géneros no pueden ser químicamente puros y advierte que hay géneros híbridos: en un mismo programa o mensaje radiofónico pueden converger dos o más funciones de la comunicación.  Un género informativo puede educar al mismo tiempo, y la educación radiofónica también puede entretener, por ejemplo.
Por ultimo, los géneros deben tomar en cuenta las características de la audiencia, y con mucha mayor razón los formatos deben hacerlo.  La forma en que una emisora es programada es la razón más importante por la que los oyentes sintonizan una estación o no lo hacen.   Así, establecer el formato de programación es indispensable para definir la imagen de una emisora y la formación de su audiencia. De esta manera, podemos encontrar emisoras con formatos de programación oficiales (manejadas por el Estado), culturales (manejadas por iglesias, universidades y organizaciones no gubernamentales) y comerciales (con fines de lucro y de tendencia general a la programación musical).

II.- LA CREATIVIDAD FORJADORA DE NUEVOS “FORMATOS”
Luego de haber intentado superar esa barrera de la diferenciación de términos implícitos en la producción radiofónica, llego a mi idea central: la cuestión de poder distinguir entre formatos y géneros radiofónicos no me parece que sea lo que más debe preocupar o perseguir el comunicador de radio. Finalmente, el uso o ausencia de guion no determina el género. En una perspectiva más general, de lo que se trata es de la manera en como el radialista presenta una información, la que termina siendo catalogada como de un género o de otro.
Coincido completamente con lo que apunta Michael C. Keith, quien asegura que cuando algo nuevo capta la imaginación del público, la radio responde y con frecuencia un nuevo formato aparece. Por lo tanto, la creatividad es un elemento indispensable que las productoras y los productores de radio deben tomar en cuenta para atender las necesidades del público de manera más eficiente.
Un caso muy ilustrativo es el de Edward Murrow, quien allá por los años 30, logro innovar la experiencia periodística radiofónica “sacándola del estudio”. Siendo corresponsal de la CBS en Londres, durante la Segunda Guerra Mundial, Murrow se encargó de cambiar de manera radical el modo de hacer las noticias para radio basándose en la polivalencia del reportero que a partir de ese momento va a asumir varias funciones. Consigue organizar, junto con otros colegas, por primera  vez en la historia  de la radio un roundup de treinta  minutos (nuevo  género de información radiofónica que consistía en un  programa  de sucesivas conexiones desde distintos  puntos geográficos); sus relatos se alejan de los parámetros de la letra impresa, usando frases sencillas, alejadas de toda afectación, que contenían  un vocabulario  comprensible  para todo el mundo y que dejaban atrás construcciones  retorcidas y difíciles de seguir. Las crónicas de Murrow son periodismo en primera persona y en tiempo presente, que hacen hincapié en el detalle y en la identificación. Sabía que las palabras de la radio deben ayudar al oyente a crear imágenes en su cerebro, que la radio debía ayudar a imaginar. Por lo cual también daba una gran importancia a captar sonidos de la realidad para acompañar y darle un mayor valor a su trabajo. En fin, toda un revolución en la forma de tratar la información que ha llevado a considerarlo el verdadero creador del periodismo radial.
 A lo que deseo llegar es al asunto de los distintos tratamientos y formas de difusión que de los mensajes por radio se hacen. Que lo que deben perseguir los radialistas es más bien encontrar formas novedosas de hacerlo. La creatividad y la imaginación son cuestiones implícitas en su máxima extensión en el medio radial, debido a sus características como la de usar solo sonidos, y que con los sonidos construir sentidos que pueda finalmente contribuir a que las personas adquieran competencias de diversa índole.
Ema Rodero Antón, es muy clara con respecto a este tema: “La radio actual ha olvidado no sólo los contenidos, sino especialmente las fórmulas más creativas de presentación, en favor de una información de actualidad presentada de la forma más sencilla y, si puede ser, siempre en directo, es decir, de la manera más económica y fácil posible. Por eso, hace tiempo que los investigadores del medio venimos denunciando la crisis creativa por la que atraviesa, una crisis que se manifiesta en la inmovilidad de contenido y forma sonora”.
Quizá sea algo dura con su apreciación, pero lo que si es cierto es que en las emisoras locales y nacionales (al menos las que puedo escuchar), los formatos son los mismos y eso me suena a un estancamiento de la creatividad en la radio. De los cuatro elementos radiofónicos, parece que en la gran mayoría solo existieran la música y la palabra. Tal ves, como dice Gonzalo Estefanía, la radio no esta del todo inventada, se pueden hacer variantes y se puede sorprender. Incluso puedo agregar aquí que existe una gran oportunidad para trabajar este problema, con el desarrollo de las nuevas tecnologías y de la radio digital.
Además, debo agregar que esto tiene un punto que no sé si deriva de la falta de creatividad actual en la aplicación de formatos. Pero que sin duda es uno de los factores. Me refiero a lo poco que escuchan radio las niñas y niños y adolescentes en general. Reitero lo dicho, tal ves existan más razones para explicar este problema, pero lo que sí creo es que uno debe ser al que hago referencia.
Y no se trata sólo de crear un espacio radiofónico distinto en cuanto al contenido, sino de que posea alguna característica que lo convierta en único. Esto significa que la creatividad nace de una original combinación de los elementos a la hora de crear el producto. No se encuentra en la naturaleza de los propios componentes, sino en su excepcional disposición. De esta manera, los recursos radiofónicos se recombinan en nuevas formas que la audiencia reconoce porque se elaboran con elementos familiares, pero que crean un impacto afectivo a través de ese proceso innovador.
En definitiva, la radio actual se caracteriza por sustentarse en la dimensión informativa planteada con una extrema pobreza expresiva y una limitada capacidad de comunicación, en detrimento de la dimensión creativa del medio. Por eso, si existe una crisis, el objetivo para abandonarla debe basarse en recuperar la magia de la radio. En primer lugar, porque la dimensión creativa es la que se encuentra en la propia esencia radiofónica. Pero especialmente también porque la emisión de contenidos creativos, que estimulen la imaginación, siempre ha funcionado muy bien con la audiencia. Y, de hecho, se comprueba que cuando un programa radiofónico potencia sus posibilidades expresivas, recibe automáticamente el respaldo de los oyentes. La labor que hacen las radios comunitarias es algo muy valorable, pero necesitamos que se hagan extensibles. En definitiva, si entendemos la radio no sólo como medio de información, sino como medio de comunicación (lo cual conlleva en su esencia la dimensión creativa), debemos aplicar para todos los contenidos las mismas consideraciones estéticas.

CONCLUSIONES
El complejo trabajo radiofónico se puede explicar a través de los diversos formatos, géneros y programas que se realizan. Aunque resulta difícil diferenciarlos, caemos en cuenta de que las formas más específicas la conforman los géneros y las formas generales las constituyen los formatos, mientras los programas son estructuras intermedias.
El trabajo actual del radialista parece caer en un raro estancamiento con respecto a estas definiciones radiofónicas. A pesar de que han pasado los años, en muchas radios se siguen usando los mismos formatos de una manera tal que se ha trastocado las características propias del medio, atentando contra la creatividad y la imaginación.
Así enmarcamos un nuevo reto en la labor radial, el de lograr usar la magia del medio para poder difundir los mensajes de formas novedosas. Innovar, como en su tiempo lo hizo Edward Murrow, creando nuevos formatos y originales maneras de expresión. La oportunidad que se vislumbra con la entrada de las nuevas tecnología y la radio digital no deben pasar desapercibidas.

REFERENCIAS:

AURA, Alejandro, Palabras vivas, palabras muertas: la radio creativa,  I Congreso Internacional de la Lengua Española,  Zacatecas, 1997.
CEBRIÁN HERREROS, Mariano, Innovación radiofónica.: La creatividad en el contexto de la radio actual, Telos, Madrid, 2004.
RODERO, Emma, Radio digital al servicio de la creatividad, Actas del Congreso sobre El futuro de la comunicación en el ámbito iberoamericano, Sevilla, España, 2004.

ENLACES

VIDEOS:

                                                                     Género radial



                                   El nuevo periodismo radial y los futuros comunicadores | USMP



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