miércoles, 18 de abril de 2012


A CAMBIOS GLOBALES, ADAPTACIONES LOCALES


La tradición nos conduce a considerar el continuo local-global como estrategias que en la práctica resultan inexorablemente opuestas, o al menos, contradictorias. La gran duda siempre fue ¿puede un tema local ser impuesto globalmente?, y viceversa, ¿puede un resultado global ser aplicable a un sector en particular?

Tal vez si nos preguntamos cual fue la utopía de la radio popular cuando surgió  y cual es la que persigue actualmente, no encontraríamos diferencia alguna. El anhelo de una sociedad tolerante, equitativa, solidaria, democrática y participativa fue, es y ojala siga siendo el motor principal de su desempeño. Sin embargo, América Latina ya no es la misma, los cambios y fenómenos que han caracterizado al mundo en general, abren nuevos retos y formas de participación de la radio popular.

Para nadie es un secreto ni una gran novedad que el desarrollo de las tecnologías de las intercomunicaciones, el neoliberalismo, la globalización, son ejes que han alterado la sociedad con sus virtudes y desventajas. Es una época nueva, y tenemos que responder a sus fragilidades. Me parece importante señalar el papel de la radio popular sobre dichos cambios.


Me gustaría referirme al gran cambio en la cultura política. La forma de actuar ante los conflictos en tiempos de las dictaduras era también arbitraria, basadas en la violencia, el terror y la confrontación. Probablemente era muy difícil en aquellos tiempos seguir la utopía de las radios populares (que casualmente su uso se da alrededor de esta época), el asedio por los intereses dirigidos al poder eran un terrible obstáculo, además de que no gozaban de una representatividad que le diera seguridad a su trabajo. ¿Cómo son las cosas actualmente? Predomina el consenso y la concertación, algo de lo muy bien las radios populares para abrir espacios de dialogo a nivel local, sin dejar de lado lo nacional. Y por cierto, también denunciar aquellos intentos por volver a inútiles posturas antidemocráticas.

Algo que también es un gran tema de agenda en las radios populares es el desprecio y descrédito a los partidos políticos, asimismo su lucha por democratizar el Estado y descentralizar el poder: “por, para y con el pueblo”.

Es interesante notar como de los aguerridos y sufridos movimientos sindicales y campesinos que apoyaban las radios en sus inicios, ahora pasamos a una gran variedad de organizaciones reunidas por muy variados motivos, desde defensores del ambiente o derechos ciudadanos hasta comités de amas de casa y asociaciones de vendedores informales. Otra de las cosas que debería preocuparnos es el, digamos, profesionalismo de quien se pone delante del micrófono. Si en una localidad de Puno, Ayacucho, el mismo Arequipa, etc.; se apoderan de las emisoras radiales demagogos y populistas que buscan su propio interés o distorsionan alguna actividad del Estado en su territorio, los resultados los podemos prever, de manera que es necesario mas coherencia y precaución con los aspectos “globales” que se imparte a la gente “local”.
Por ultimo, lo global también se caracteriza por la sobreinformación, de tal manera la programación radiofónica en abundancia, en sobreoferta, resulta muy tentadora para cualquier emisora local que busca reducir costos, sobre todo por su fácil acceso. Pero también corre el riesgo de que, al usarla sin control, diluya y pierda su identidad como radio popular propiamente dicha. Entonces, regresamos a nuestro dilema inicial, ¿local o global?
Como las radios populares no se pueden desligar de su naturaleza global, tampoco se puede negar que su influencia vaya más allá de lo geográfico, y que los valores y modelos de vida que busca sean parte de una actuación global. Así nace la idea de una “ARTICUACION EN REDES”, regional, nacional e internacionalmente con otras emisoras para trabajar en conjunto.
La solución se orienta al eclecticismo, actuar en red no sustituye la función local, lo que permite es situar temas locales en contextos globales, muy positivo, teniendo en cuenta que las iniciativas populares son muy similares en América Latina.

Así el dilema queda resuelto, nada de radios locales con propuestas aisladas y cerradas, ni radios que pierdan su perfil por el facilismo de mostrar todo lo que de afuera viene. Pongamos a la audiencia en contacto con experiencias foráneas y hacer oír las nuestras allá.

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