miércoles, 16 de mayo de 2012

COMUNICACIÓN Y CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL EN EL PERÚ

ORO, AGUA, RADIO…
El dilema socioambiental ha causado ya muchos estragos en los países que deben sus mayores porcentajes de PBI a la inversión minera, a la que consolidan como pieza clave de su “desarrollo”. En el Perú, resulta agotador repasar los casos en que la actividad minera ha causado conflictos con la población que en teoría debería sentirse beneficiada con ella. Mas hay un espectro, que por lo general toma cierto protagonismo, y en el cual se generan nuevas tensiones: la radio comunitaria.
Es muy común que en los lugares donde se haya los conflictos socioambientales, existan radios comunitarias. Paradójicamente, aquellos sitios que deberían sostener un desarrollo debido al canon, se encuentran en situaciones realmente lamentables, en algunos casos estamos hablando de regiones muy pobres, donde los niños se enferman por desechos de las mineras, donde no hay control de lo que se extrae, donde la población parece tan crédula y sin opción a cambiar su situación, en condiciones de privación de libertades, derechos y oportunidades.
Entonces caemos en la idea de lo necesario y beneficioso que debe ser para estos sectores la presencia de la radio con perfil democrático, que promueva el derecho a la expresión de los ciudadanos, a que tengan voz pública, a acompañar procesos de cambio, participación social y desarrollo. Que lo impregne en sus ámbitos de intervención, y que por sí solo represente su rol como actor con capacidad de influencia local y regional. Ahora bien, esto también tiene ciertas complicaciones.
Bajo la tendencia centralista en los medios de comunicación, y la precariedad económica de la mayoría de los medios de comunicación (como la radio comunitaria) regional, provincial y local; los hace vulnerables a los poderes locales, instituciones estatales y empresas mineras.  Además, debemos tener en cuenta la alta discreción con que trabaja el órgano regulador de radio y televisión del Perú, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Aunque también deberíamos observar el hecho de que hay muchas radios locales que ni siquiera tienen licencia de funcionamiento, que son informales, y en las cuales hay que ser muy acuciosos para identificar intereses de algunos sectores de poder local.

En cada región, y, por lo general, en cada situación de conflicto hay particularidades, las cuales también existen en los proyectos comunicativos de las radios, lo que genera otros ejes de tensión. Y, en una situación de conflicto, es imposible que una radio sea neutral o que no busque un rol de mediación.
Entonces, la participación de la radio es inexorable, ahora bien, ¿cómo lo debe hacer? Lo ideal empieza por que se aporte construyendo espacios de dialogo y debate, no solo a las partes vinculadas al conflicto, sino también a aquellos sectores que puedan aportar distintas visiones sobre la problemática (iglesias, organizaciones no gubernamentales, empresarios no mineros, etc.). También es necesario que se informe con objetividad las situaciones de conflicto, sobre cada una de sus etapas, desde una posición política definida y explicita, tratando de reflejar aquello que se observa, que se constata mediante evidencias.
Tal vez yo no vea tan radicalmente el tema de la inversión minera, confío en que a través de un trabajo real a partir del beneficio a la población, esa inversión, se quede. En Yanacocha se hizo un mal trabajo. Claro que los empresarios ganaron, y bastante, pero el Estado no sacó provecho y no sacó la cara por la gente que vive por allí. Lo de Conga (el caso de moda), me parece que pasa por una desinformación terrible. Cuando se le ve a un comunicador hablar por radio, llamando a la gente a dar “la vida” por sus tierras, y a otros “comunicadores”, justificando paros agresivos  y sin diálogo de por medio, me resulta vergonzoso. Los empresarios no se hacen problema y se van. En realidad, es el Estado quien no puede generar políticas que alcancen una sostenibilidad pareja entre aquello que ingresa, lo que se va, y lo que queda (o sobra).
En fin, lo que quería rescatar de esto es describir otro punto de tensión: el comunicador. La persona que se pone frente al micro y que muchas veces tiene relación con alguna de las partes en conflicto. Por lo tanto, es muy importante que la radio cuente con personas y perspectivas dirigidas a contribuir a la prevención y el procesamiento de conflictos por la vía de mecanismos democráticos que garanticen el derecho de las comunidades a decidir sobre su propio desarrollo.

ENLACES:
VIDEO: Radios comunitarias de los mineros bolivianos




1 comentario:

  1. Rogger,
    Hay límites que no puedes sostener bien. Si bien es cuestión de tiempo, debes saber identificarlos.
    Interesantes lecturas todas.

    ResponderEliminar